tag:blogger.com,1999:blog-37185144214893934432024-03-19T12:41:57.404+01:00Mi ParísMás que una ciudad, París es un icono.
Símbolo de muchas cosas: cultura, derechos humanos, revolución.
Yo la elegí para dibujar los míos propios: cambio, viaje, libertad.
No prometo interesar a nadie, ni siquiera hacer algo bonito.
Sólo contar historias. Las del París que vivo yo.De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-67979074801747408822011-09-15T00:46:00.001+02:002011-09-15T00:48:00.314+02:00Genial<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">París empezó hace un año. Justo este día, el <a href="http://nosdieronlastantas.blogspot.com/2010/09/on-y-va.html">14 de septiembre de 2010</a> llegué y dejé las maletas en mi piso del Boulevard de l’Hôpital. Me fui con Clara al Pont des Arts y bebimos pseudo-champán. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nos llovió. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ayer pensé que no pude haber tenido mejor recibimiento.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero París volvió a empezar un par de meses después. Cuando las sorpresas de labios bonitos se esfumaron. Se fueron. Vinieron otras sorpresas, yo seguí buscando más. Nunca dejé de buscarlas, en verdad. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Luego la ciudad volvió a empezar muchas veces más. Nunca dejó de empezar. Siempre me trajo cosas nuevas. Y me hizo llegar a tener cosas viejas, y antiguas, incluso dentro de ella. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ya hace dos meses que me fui de París. Y sí, aunque esté diciendo que ha empezado muchas veces, París sí se acaba (Vila-Matas y Hemingway decían que <a href="http://nosdieronlastantas.blogspot.com/2010/08/paris-no-se-acaba-nunca.html">no</a>). Mi vida allí se acabó. Mi curso allí se acabó. Y no voy a decir que lo que conocí allí no se terminó, y por eso no se acaba, porque es muy fácil. Hay cosas que se conocen, y gente que se conoce, que se olvidan. Sí se acaban.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No se quedan siempre con nosotros (por lo menos conmigo). La ciudad no está aquí. Aquí está Sevilla, que es otra cosa. Me quedo con la gran esperanza de que ella está allí. Y que no se mueve. Que podré volver cuando quiera, que me quedan muchas cosas por conocer aún allí. Y gente a la que volver a ver.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero nunca dije en este blog que me volvía (como sí estaba previsto). El 15 de julio, no estuve triste. Me fui de allí sin darme cuenta. Estuve dos días sin ser consciente de que me estaba yendo. Porque, de algún modo, noté que, aunque se acabara, volvía a empezar a la vez. Apunté que la última vez que volvió a empezar fue en junio, cuando empecé a hablar de <a href="http://nosdieronlastantas.blogspot.com/2011/06/pero-tu-lado.html">días mejores</a>.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y la verdad, no dejan de llegar los días mejores. No dejo de empezar lo que París empezó, que no sé si es yo o qué es. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero he decidido que tampoco quiero saberlo. No quiero resolver la duda de que si sé que se ha acabado, por qué creo que vuelve y vuelve a empezar. No sé si lo sabré nunca.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Supongo que me lo seguiré preguntando (a mi mismo). Aunque ya no lo contaré por aquí. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">París se terminó y fue estupenda, maravillosa, y muchas cosas más. Pero ahora está siendo simplemente, genial.<o:p></o:p></div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-57190509542632302152011-06-08T01:02:00.000+02:002011-06-08T01:02:37.879+02:00Pero a tu lado<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-¿Te acuerdas de lo que hablábamos el otro día sobre tener una ilusión por volver? Es justo eso, ahora creo que no me va a costar. Y no es que quiera, claro, pero ahora lo veo de otra manera. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Ya, es normal, ahora lo vas a tener más fácil.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Aunque, joder, Mi París me está lloviendo encima, ¿sabes? A estas alturas se pone a hacer frío y mal tiempo otra vez. –dijo mientras se llevaba la mano derecha al pelo, como peinándose– y tú ya sabes que no me importa, que a mí en verdad es lo que me gusta. Pero no deja de ser raro y de que haga que me sienta raro también. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Ya.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">- Sobre todo hoy, no sé. Es raro que todo sea bonito y triste a la vez. Me siento como en septiembre, como en domingo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Pero con más esperanza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Esperanza es para cuando te sientes perdido –le contestó sin titubeos– .Yo diría ilusión, ganas, compromiso...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Y entonces, ¿qué vas a hacer ahora?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-¿Ahora? Ahora continuar esperando. Esperando a que lleguen días mejores.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-¿Mejores?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">-Sí, mejores.<o:p></o:p></span></div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-72553104529570745482011-05-26T04:52:00.000+02:002011-05-26T04:52:47.215+02:00Pas si simple<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Ahora recuerdo que cuando quería venir a París era porque escuchaba mucho esta canción. Si consigue levantarme de la cama y querer contarlo a toda costa es porque para mí, lo merece. Porque me despierta un entusiasmo que solo París, por medio de decenas de imágenes fugaces con esta música de fondo consigue moverme.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">[No tan simple].</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Quizá sea el sueño cambiado <em>des partiels</em> o las revoluciones (sexuales o no). No es tan simple que me pase.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Es imposible que sea más bonita. Y que algo haga que se me retuerzan las sensaciones así, a estas alturas. Mi París está entera hecha (o hecho) para gustar. Desde un principio de ritmo mecanografiante hasta un final de clímax bucólico. Solo para eso.</span></div><br />
<a href="http://grooveshark.com/#/s/Pas+Si+Simple/2WsNI?src=5">http://grooveshark.com/#/s/Pas+Si+Simple/2WsNI?src=5</a>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-39718092531052263872011-04-18T01:17:00.000+02:002011-04-18T01:17:16.285+02:00Volver<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Quiero decir que he sido un hombre rico en países nuevos. Que he llegado a una ciudad radiante. Y que echo en falta otra, religiosa o fetichistamente efervescente. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Que no tengo sueño porque me he acostumbrado a dormir en trenes nocturnos. O porque tengo mucho que hacer y no se por dónde empezar. O porque no se cómo se empieza a hacer cosas que se tienen que hacer.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Siempre me pasa que estoy raro cuando cambio de etapas. Y diez días fuera son suficientes para que sean una entera. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Ahora, empieza otra nueva. De un París distinto, más luminoso, más lleno de gente loca que sale a la calle como lagartos al sol. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Y tengo sillas nuevas en mi cuarto, ya no tengo edredón. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Me acuerdo de Sevilla, de gente, de Domingos de Ramos pasados enteros en la calle, mirando de cerca la fiesta del barroco. Tanto los he criticado y los hecho de menos ahora. Estas cosas pasan.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">También tengo un año más y muchos mensajes de felicitación en redes sociales distintas. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">He tenido escalofríos viendo una película en <personname productid="la Cinémathèque. Y" w:st="on"><personname productid="la Cinémathèque." w:st="on">la <em>Cinémathèque</em>.</personname> Y</personname> no he cogido el 24 para volver a casa porque le quedaban 26 minutos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">En verdad, no se de qué tengo ganas. No sé qué escuchar, qué leer, qué ver o qué hacer.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Pero estoy seguro de que lo sabré todo mañana. Siempre es igual. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Así que me digo: “deja de quejarte, imbécil”. </span><span style="mso-ansi-language: ES;">Y me callo.</span></div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-86671953631033965292011-03-30T20:52:00.002+02:002011-03-31T00:40:49.177+02:00Res no és mesquí<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="mso-ansi-language: ES;"><em>I tot es Primavera: </em></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="mso-ansi-language: ES;"><em>i tota fulla verda eternament.</em></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Y a mi si la primavera me llueve, me da igual. Me gusta. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">La de aquí, de Mi París, me parece increíble. Con sol, con lluvia y con lo que sea. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Puede ser porque yo al sol no lo necesito tanto, por lo de mi apología del frío y esas cosas. Pero tengo que reconocer que lo he celebrado últimamente. Dije que lo haría más bien en <em>Belleville</em>, pero está siendo más en el <em>Marais</em>. No pasa nada. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">También tengo que decir que lo que sí pasa sin piedad de mi, es el tiempo. Y que cada vez está más cerca el final, con su bueno y su malo. Estos agobios de calendario multiplicado que de repente me aparecen. Y de no tener ninguno, he pasado a hacerme con tres. Eso será por algo, ¿no?, ¿Será porque ahora me da por planificarlo todo? ¿Porque quiero jugar a saber qué pasa en el futuro? Pero, ¿no es mejor no saberlo? Yo que sé. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">No se si serán eternamente verdes las hojas como no sabía antes de venir, si París se iba acabar alguna vez o nunca. Y tampoco lo sé ahora. Después dije que me daba igual saberlo. Y en estos meses de silencio ha habido de todo. Todas las gamas de síes y noes de saber <em>n’importe quoi</em>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Sí he sabido relajarme cuando creía que tocaba acumular tensiones. No he sabido adaptarme a ciertas cosas. Ni he aprendido a planchar.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">He visto mucha gente y he hecho muchas cosas. He dejado de hacer otras, las he retomado y las vuelvo a dejar. He conocido otros Parises, los de otra gente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y he repetido hasta el cansancio el mío. Que, por cierto, puede que ahora sea un hombre. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">He visto también al monstruo de Clara. Y ese sí que no me gustó. Tuve que comer cacahuetes para dejar de verlo y que pararan esos ruidos espantosos. Ahora, los cacahuetes no me gustan ni quiero hacer triángulos con ellos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Y he visto París en otras ciudades. En Berlín, incluso. Tan distinto al París de ahora, tan parecido a otro París de antes, puede. He visto parises pequeñitos andando por mi casa. Y los he matado dejándolos pegados en una tableta con pegamento. No uno, ni dos, sino dos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">He inflado eléctricamente bastantes colchones prestados. O el mismo muchas veces. Y he tenido que explicar otras tantas la misma historia del Panteón. He ido a comer <em>Au p’tit grec</em>, cuatro semanas seguidas. Y a por crepes con nutella en el mismo puestecillo de <personname productid="la Rue Lepic" w:st="on"><personname productid="la Rue" w:st="on">la <em>Rue</em></personname><em> Lepic</em></personname>, bajando de <em>Montmartre</em>. He descubierto calles nuevas, y que <em>Arts et Métiers</em>, está aquí al lado. Y aún me queda. Pero tampoco pasa nada.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">He convertido mi casa en un burdel, parecido a los de los felices años veinte. Y me acabo de fumar un cigarro con un café y una tostada de mantequilla. A las 8 y media de la tarde. </span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">Pero he hecho lo que no voy a hacer de ahora en adelante. Que tocan otras cosas. Otros países nuevos que no sé si serán parises también. Otros diez días sin facturar maleta. Y poniéndome hasta el culo de kebaps por un euro. Ya veremos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES;">La primavera vino para quedarse, y espero que sea más larga que en Sevilla. Que no me agobie el calor. El bochorno, la <em>xafogor</em>, que solo me gustan para decir. Las hojas serán verdes, que me gustan. O del color que quieran. Tampoco pasa nada.</span></div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-84668901772735629982011-02-06T19:13:00.000+01:002011-02-06T19:13:42.835+01:00Los domingos serán Belleville<div style="text-align: justify;"><em>Au Café du Soleil</em>, con gafas oscuras. O <em>pastis</em> en esa que hace esquina en <em>Boulevard</em> <em>Ménilmontant</em>. También podrán ser <em>la</em> <em>Seine</em> con tango. <em>Pic-nic</em> en el <em>Pont des Arts</em>. O en <em>Buttes Chaumond</em>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los domingos serán todo lo que queramos que sean. Y lo cumpliremos. <em>Pourquoi pas?</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nada de planes imaginarios. <em>Dit i fet</em>. Ámsterdam, Berlín y los Balcanes. Europa me está buscando tras verme en Bélgica pasando ese frío duro que te da en la cara. Y que tanto me gusta a mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Porque Mi París está cerca de todo. Está radiante adormeciéndose desde un vagón de la línea 5 del metro. Justo cuando cruza el puente antes de llegar a <em>Gare d’Austerlitz</em>. Es en el día del año nuevo chino visto en <em>Ivry</em>. El chinatown francés del <em>treizième</em>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todo si el cansancio te deja ser más persona de la cuenta. Si las espirales de vicio y depravación prevenidas te permiten seguir aprovechando, el verbo del segundo semestre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los domingos serán un poco más cálidos, qué más da. Tendrán la vida agitada de los barrios populares. El fresco de las terrazas que miran a la calle, en fila india. Habrá misas de <em>Gospel</em> cantadas, pero solo para ser música. A mí que me dejen de sermones, los desesperados.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los domingos cada vez son mejores. Se convierten, si tú quieres, en días a recordar también. Y seguir esperando cosas, imaginando futuros aquí. Queriendo que venga gente que te susurre al oído. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ya no tienen tan mala pinta. Aunque tenga que hacer maletas que no me gustan, limpiar y ordenar un poco mi vida. Están de puta madre. Y los que vienen, quizás mejor.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-13917542031867004842011-01-19T02:24:00.002+01:002011-01-19T02:26:29.498+01:00Un cuerpo es el mejor amigo del hombre<div class="MsoNormal"></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 12px;"><i>De qué sirve, quisiera saber, cambiar de piso,</i></span></div><i><span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">dejar atrás un sótano más negro</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">que mi reputación y ya es decir-,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">poner visillos blancos</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y tomar criada,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">renunciar a la vida de bohemio,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">si vienes luego tú, pelmazo,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">zángano de colmena, inútil, cacaseno,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">con tus manos lavadas,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">a comer en mi plato y a ensuciar la casa?</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Te acompañan las barras de los bares</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">últimos de la noche, los chulos, las floristas,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">las calles muertas de la madrugada</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y los ascensores de luz amarilla</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">cuando llegas, borracho,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y te paras a verte en el espejo</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">la cara destruida,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">con ojos todavía violentos</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">que no quieres cerrar. Y si te increpo,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">te ríes, me recuerdas el pasado</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y dices que envejezco.</div></span> </i><div style="text-align: center;"><i><br />
</i></div><i><span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Podría recordarte que ya no tienes gracia.</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Que tu estilo casual y que tu desenfado</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">resultan truculentos</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">cuando se tienen más de treinta años,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y que tu encantadora</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">sonrisa de muchacho soñoliento</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">-seguro de gustar- es un resto penoso,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">un intento patético.</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Mientras que tú me miras con tus ojos</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">de verdadero huérfano, y me lloras</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y me prometes ya no hacerlo.</div></span> </i><div style="text-align: center;"><i><br />
</i></div><i><span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Si no fueses tan puta!</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">Y si yo no supiese, hace ya tiempo,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">que tú eres fuerte cuando yo soy débil</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y que eres débil cuando me enfurezco...</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">De tus regresos guardo una impresión confusa</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">de pánico, de pena y descontento,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y la desesperanza</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">y la impaciencia y el resentimiento</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">de volver a sufrir, otra vez más,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">la humillación imperdonable</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="text-align: center;">de la excesiva intimidad.</div></span> </i><div style="text-align: center;"><i><br />
</i></div><span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">A duras penas te llevaré a la cama,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">como quien va al infierno</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">para dormir contigo.</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">Muriendo a cada paso de impotencia,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">tropezando con muebles</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">a tientas, cruzaremos el piso</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">torpemente abrazados, vacilando</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">de alcohol y de sollozos reprimidos.</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt; font-style: italic;"><div style="text-align: center;">y la más innoble</div></span> <span class="apple-style-span" style="color: #4d4d4d; font-family: Arial; font-size: 9pt;"><div style="font-style: italic; text-align: center;">que es amarse a sí mismo!</div><div style="font-style: italic; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Jaime Gil de Biedma</div></span>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-87324536383413708742011-01-17T14:59:00.000+01:002011-01-17T14:59:32.978+01:00Ve a que te rellenen<div style="text-align: justify;">Es la frase en francés en la que más he pensado en mi primera semana aquí, después de navidades.<i> Va te faire foutre</i>, es mucho más elegante que: <i>que te den por culo</i>, o <i>a prendre pel cul</i>. A la vez es más gráfica, más eficaz. Y es la conclusión perfecta para una <i>exposée</i> de <i>Connaisance des médias internationaux</i>, estoy seguro. Estaría dirigida, pues, a <i>Monsieur Tupper</i>, ese hombre que ha dirigido los designios de mi vida durante estos ya 8 días de nuevo en Mi París.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por mi culpa, por su culpa, por nuestra gran culpa. 20 días en mi propio tour ocioso por España son responsables en gran parte de estas jornadas de trabajo, muerte y destrucción maratonianas. También la indefinición, la ausencia de concreción, en definitiva, la chochez de este académico chilenofrancés del jurásico que insiste, a pesar de hablar perfecto español, en llamarme <i>"mesié ogcán"</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No pensé yo, que la mala suerte mía estaría tan brillante últimamente. No ya por el agobio de fechas, que eso ya digo que es <i>toíto curpa mía</i>. Pero sí por esas pequeñas cosas que, o ayudan mucho, o joden mucho cuando estas en situaciones así. Como cuando deseas durante horas cenar sushi para descansar al menos durante un rato de un análisis imposible de un periódico en inglés, y al llegar al <i>traitteur</i>, resulta que está cerrado. Su dueño decidió algún día que el mejor día para descansar a la semana es el domingo. Vamos, esto en Iberia no pasa. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">O como cuando después de eso, decides ir a otro que sí está abierto y mientras decides el menú afuera, el amable hombre apaga las luces y se ríe de ti a carcajadas. Todo era mentira. El metro tarda mucho, el café se acaba y hay que hacer otro, "uy!, son las cinco de la mañana", esas cosas…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y sí, yo ya sé que soy una <i>mijita esagerao</i>. Que no es tan mala suerte eso (aunque haya más). Que hay cosas mucho peores, que me gusta mucho quejarme. Ya lo se. Que no hace tanta calor (creo que me estoy obsesionando con el tiempo, como mi padre), que estoy en París, voilà, etcétera… </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero es que estoy mu <i>jarto</i>. Incluso he llegado a hablar de un yo de mí, alegórico, al que sugieren un nombre falso de español exiliado a las Galias, o viceversa, no me acuerdo. Y es que, después de levantarme de haber dormido seis horas, estoy un poco anulado mentalmente. No sé porqué. Se me vienen cosas raras a al cabeza, como que qué bien que exista el verbo flipar en francés. También me da por abrir las ventanas de par en par, poner agua a hervir y luego quitarla, miro la hora constantemente, como si no hubiera mañana. Puede ser que me queden restos del café indefinido de ¿ayer?.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En fin, la vida continúa. <i>A la tarda, l'examen de català</i>. Mañana, otro de <i>mr Tupperware</i> y la doble <i>exposée </i>retrasada. Para la semana que viene, dos dossieres más, un examen, y un reportaje final pa <i>Portrait</i>, que yo he decidido aplazar hasta el lunes que viene sin el consentimiento del profesor. A ver por dónde me sale la broma. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Menos mal que luego viene lo bueno. Mi París entera para mi, pa mi disfrute. Mi París que se va ampliar hasta Bélgica, Alemania y Holanda durante unos días intermitentemente y sí, en ese orden desordenado. Mi París aquí conmigo de nuevo. </div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-11419968101824816182010-12-15T18:36:00.000+01:002010-12-15T18:36:20.068+01:00Frío<div style="text-align: justify;">Y como el tiempo no para quieto, ya estamos a 15 de diciembre. Qué való!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Frío está París aún con sol fuera (ya no). Y hace frío hace hasta en mi casa, que siempre había sido calentita. Pero nada, yo aquí, con mi pijama y un jersey encontrado en algún lugar de Ámsterdam por una de <i>mes colloc</i>, que diogénesismente trae a nuestra morada todo lo que la suerte le pone por delante. No como a mi, que sólo me quita lo poco francés que tengo, como el móvil. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El frío, como siempre, me gusta. Me han gustado las nevadas inesperadas de este diciembre inesperado. Lleno de sorpresitas muy buenas, malas y regulares. Lleno también ha estado en estas semanas de <i>exposées</i>, trabajos y exámenes de mentira de los que hacen por aquí. <i>Disertations</i>, les llaman. Con una forma un tanto extraña (no lo critico porque yo no critico, yo comento) de pedirle al conocimiento. Los profesores nos hacen desarrollar mini-tesis a defender con argumentos expuestos en un plan, pero sin entrar en materia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">O sí. Porque como la confusión nos arruina, al final no sabemos si se pueden utilizar apuntes, si no, si el resto de la clase los utiliza porque le da la gana, si es que se les olvida quitarlos de encima de la mesa, o qué carajo ocurre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El caso es que por unos días, la vorágine de estudio bibliotequero y semivagueza de ésa que practico en mi cuarto (el agujero de perrismo en el que duermo) ha terminado. Solo (ya sin tilde, como la RAE manda) por unos días. Enero se presenta divertido, movidito, estresante, agotador… serán dos semanas de, sobre todo, entregar trabajos, más <i>exposées</i> y algún examen que otro. Se trata de reunir toda la calificación de seis asignaturas en dos semanas. Porque claro, tanto empezar tarde, al final vamos corriendo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo bueno es que como los profesores no utilizan ese periodo de exámenes que la magnífica burocracia de París VIII les asigna, febrero será un mes de libertad absoluta, con ya el primer viaje planeado por Bélgica. También está la sombra omnipresente de Berlín, destino innegable al que acudir en esas fechas para quitarme el mal sabor de no haber ido con Clara a la <i>Fête de lumière</i> de Lyon, por motivos académicos y económicos (Plan de Austeridad, le llamamos). </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">(Y Movistar no deja de acosarme)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Llevo mucho tiempo sin hablar de Mi París. Tras conflictos queer´s franco-camboyanos, más conflictos queer en estaciones de <i>RER</i>, conflictos con vecinas por fiestas ochenteras que según ellas se repiten todos los sábados (más quisiera), y miles de historias grandes y pequeñas, casi ha llegado la hora de irse. De irse a casa por navidad, como el turrón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volveré por unos días a Mi Sevilla, que ahora tendrá ese protagonismo que tienen las queridas, las amantes de película. Aunque ahora, no se muy bien si seguir con la teoría de la novia. No porque me haya peleado con París, que de momento no, sino porque quien la inspiró desapareció tal como vino, por sorpresa también. Y <i>tú sabe</i>, aquello de borrar el pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me da igual no saber qué es Mi París porque sigue siendo mía (mantengo que es femenina). Y todavía me quedan cosas que la hagan más mía aún. Como mi francés, que no ha dejado de ser macarrónico. Quizá un poco menos, pero no del todo. Así que para remediar eso y otras cuestiones más biológicas (<i>pourquoi pas?</i>), voy a intentar crear vínculos con gente y temas que me interesan aquí. Podrán llegar incluso a pasar por la militancia LGTB, de la que no he visto nunca necesidad en la Iberia nuestra, pero sí, y mucho, aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Son proyectos y cosas de cara al nuevo año. Ya se sabe lo que tienen estas fechas, que te hacen exigirte cosas, no se sabe si por ti mismo o por los demás. El caso es que me las propongo como forma de mejorar. A mí y a Mi París. Espero cumplirlas todas (ni mucho menos expuestas aquí) y que la suerte me acompañe para ello. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Al saber le llaman suerte”, le escuché a una profesora una vez. Pero dependa más de mi o menos, yo lo voy a intentar todo. Ahora, habrá que seguir con lo inmediato. De momento es preparar <i>quelque chose à manger</i> para una cena de despedidas. Temprana pero necesaria. Y nos veremos otra vez en el mismo sitio que cuando vinimos. Nos veremos distintos, supongo. O quizás iguales, a lo mejor no hemos cambiado nada. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El caso es que nos vamos a ver por última vez antes de la diáspora de vanidad (como dice mi primo) y antes del encierro académico previsible en enero. Yo creo que antes nunca se magnificaban tanto los “hasta pronto” como ahora, que estamos acostumbrados a viajar más y poder vernos más, con menos “hasta nuncas”. Pero como somos muy post-modernos todos (palabra mágica junto a decadente, sórdido y espontáneo), lo disfrazamos de “hasta nunca” o “hasta dentro de mucho” y nos jartamos de comer y beber. Ea.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-41400310772422934322010-11-18T19:29:00.001+01:002010-11-18T19:33:54.292+01:00C´est quoi?<div style="text-align: justify;">Mi París me acaba de presentar una de esas experiencias contradictorias que te suelen parecer, cuanto menos, curiosas. Acabo de ir a pelarme a un barrio donde había visto que eran bastante baratas las peluquerías (en el <em>11e</em>, cerca de <em>Bvd Voltaire</em>). Buscando la que yo tenía apuntada, he encontrado otra que tenía un precio similar (15 euros, teniendo en cuenta que las de mi barrio no bajan de los 18, 24 o 26, no es demasiado abusivo). Como además, no había nadie, he entrado y la señora me ha atendido inmediatamente. Ella, francoasiática, estaba estudiando inglés, ya que no había ningún cliente. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El caso es que me ha gustado mucho como me ha tratado, como me ha pelado y toda su gran amabilidad. Pero, en su entusiasmo por hablar con alguien, hemos profundizao bastante en una conversación que se iba volviendo cada vez más extraña. Mientras me pelaba, he visto que tenía una figura de una virgen (sí, una virgen de las nuestras, de escayola de to la vida) y le he preguntao si era católica. Resulta que además de una mujer católica, me ha pelado poco menos que la secretaria general de la sección femenina de la Falange, o del partido Nazi. Siendo ella de orígen no francés (su padre sí, su madre camboyana), me ha resultado curioso lo racista que era. Me ha estado explicando que lleva a su hija (que está estudiando español y le ha enseñado que <em>cheveux</em> es pelo) a un colegio católico, porque viven en las afueras, y “los colegios de las afueras están llenos de <em>arabes et noirs</em>, que están todo el día drogándose y no trabajan”. Así de drástico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">También dicía que los <em>patrons</em> franceses prefieren a los asiáticos porque no se meten en problemas y son muy trabajadores (ella está muy a favor de la reforma de las pensiones, por supuesto). Y que le llama mucho la atención y no entiende como en España (y ahí es donde me he acojonao), que según ella es un país donde el 99% de la gente es católica, se ha permitido el matrimonio homosexual. “Con lo inhumano y antinatural que es, sobre todo para los niños”. Yo, más callao que en misa (nunca mejor dicho), sólo atinaba a decir cosas que intentaran desviar la conversación. Porque claro, estás en las manos de alguien que tiene tijeras y cuchillas cerca de tu cuello de homosexual, y con mi nivel de francés tampoco podía replicar tal cantidad de barbaridades. Le he dicho simplemente que no estaba de acuerdo y que me parecía muy bien lo del matrimonio homosexual. Se ha vivido un pequeño momento de estos de tensión incómoda, pero poco a poco, se ha vuelto a poner a hablar y a soltar perlitas de las suyas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sus comentarios parecían sacados, poco menos que de las vecinas fachas de 'Cuéntame'. Por su posición ideológica parecíamos estar poco antes de la IIGM, más o menos. Creo que nunca he estado con alguien que tuviera tantos clichés juntos, metidos todos en un cerebrito de persona normal (y tampoco había estado tan ‘en sus manos’). No entiendo en general el racismo, pero menos si viene por parte de alguien que es potencialmente víctima de él. Cómo en vez de rechazarlo, lo genera de esa manera tan intensa además.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me ha hecho pensar que me ha gustado ir, egoísta y burguesmente porque me ha gustado cómo me ha dejado, y porque la fin y al cabo, era amable conmigo. Además ha superado la barrera de ‘miedo’ que tenía a que no me entendieran y me pelaran de una forma que yo no quisiera. Hasta ahí bien. Pero por otra parte, he salido de allí bastante nervioso, muy muy tenso. He pensado en si volveré y creo que no. Me imagino (y espero) que habrá más, mejores y más baratas peluquerías en Mi París. Además, no quiero darle dinero a alguien que puede emplearlo de forma tan injusta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="font-size: large;">Ah!</span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por cierto. Hemos estado en Bordeaux, Clara y yo la semana pasada. Nos ha gustado mucho. Nos ha parecido muy buena la idea de dejar París por unos días. De verla desde otro fuera que no es nuestro país, estando dentro de Francia. Fue un viaje divertido y sobre todo, sabroso. Creo que nunca he probado un cous cous tan bueno como el del mercado de <em>Les Capucins</em>, un café tan bien hecho como el del <em>Apollo</em> y un vino tan… en verdad, vino, no hemos bebido mucho (delito de los gordos). Pero seguro que también es maravilloso. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En fin, vayan ustedes sin (no con) Dios, por favor.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-66358898679862088652010-11-07T21:15:00.000+01:002010-11-07T21:15:31.646+01:00Tardor<div style="text-align: justify;">Llegó a Mi París el otro día. Como si no hiciera más de dos semanas que tendría que haber venido. De repente, la mitad de las hojas de los árboles se cayeron sin dejar ni un hueco para ver las aceras asfaltadas, tan lisas y europeas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y fue de golpe. Subió la temperatura, --lo que está empezando a mosquearme otra vez-- y pum! Todas al suelo. El <em>Jardin des Plantes</em> se hizo más bucólico aún. Y quitando ese momento en que los guardas cierran las puertas y te dejan dentro, sudado, con 40 señoras parisinas enfurecidas, es precioso. Menos mal que quedó en un susto. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Porque el deporte tiene sus riesgos. No es tan sano como dicen ‘los expertos’. Yo, ciertamente lo hago porque me gusta mirar mientras corro, lo que hace la gente. (Y para recuperar mi culo, claro). En Mi París se ven personas más curiosas que en mi Parque Amate (que no obstante, también tiene su fauna). El otro día había una mujer oriental poniendo posturas durante 10 minutos sin moverse (no sé si era tai chi, yoga o qué historia lo que hacía) y me llamó mucho la atención. Eran posturas sencillas, pero imposibles de mantener para mí. Es fácil entretenerte mirando porque siempre hay niños de excursión, o en algún descanso de los colegios cercanos. También adolescentes comiendo cosas del <em>McDo</em> de abajo mía, o universitarios fumando cigarrillos y pelando la pava.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero en serio, es peligroso. Cada día cierra antes, tiene desniveles que me recuerdan a aquella maldita caseta de feria que me dejó en muletas, y te chocas con los niños que corretean en la parte del tiovivo decadente que nunca puede faltar en un parque/plaza/cualquierespaciopúblico de Mi París. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Yo, para complementar mi deportividad, se supone que estoy apuntado a <em>Musculation</em>, en el gimnasio de París VIII, pero sólo he ido una vez. En verdad nunca me han gustado esos sitios y entre unas cosas y otras, siempre termino faltando por olvidarme la toalla, haberme cambiado una clase porque es horrible, o porque me la cambien ellos, da igual. El caso es que me propuse el tema del deporte este año por aquello de mantenerse y esas cosas. Pero nada. No hay manera. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En estas semanas también he intentado irle sacando más provecho a mi <em>Libre Pass</em> de la <em>cinémathèque</em>. Y eso sí lo he conseguido, más o menos. A parte de lo de <em>Twin Peaks</em>, hemos ido a ver El Viaje de Chihiro. Y quién me iba a decir a mí que vería una peli japonesa de animación tan a gusto. A gusto y cansado, porque en la primera parte fue inevitable el sueñecito. Pero muy bien. Después había un seminario impartido por un señor que se parece a Alberti, para explicar un poco de qué van todas esas mitologías japonesas que aparecen con la pequeña Chihiro. Lo que pasa es que era jueves noche, y apetecían más unas cervecitas que nunca llegaron a ser tomadas. Con el ansia, nos fuimos a comer a un “Chino-Japonés, de lo más antuiguou”, en honor a Confucio, ese gran inventor de la confusión, como todas las misses saben.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Decidimos que los jueves se convertirán en jueves de cine. Porque como ya he dicho, hemos hecho algunos cambios en nuestro acuerdo de estudios, y esa tarde se queda libre. Clara y yo acordamos no ir <em>plus jamais</em> a la clase de <em>Droit de la Communication</em>. El profesor acostumbra por sistema a llegar tarde porque sí y encima dice tan a gusto cuando llega que “esto no es una clase verdaderamente, ¿no?, venimos a debatir, tal…”. O sea, que te llevas 50 minutos esperando a un profesor (algo que nunca se haría en Sevilla) para, realmente nada. Porque no se hace nada. “Y no tiene derecho a robarnos tres horas a la semana de nuestra vida”, dice Clara con toda la razón. Sus clases consisten en leernos un artículo de algún periódico e irlo comentando, como si no lo pudiéramos hacer en casa. Así que Derecho se hará en la Fcom, como está mandao.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>"Más cositas"</strong> </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El otro día, mis compañeras de piso y yo decidimos hacer este fin de semana una fiesta en casa. Y la verdad es que ha salido bien, para lo que pudo haber sido. Como de costumbre, nos vinimos arriba en el Lidl de <em>République</em>, comprando cosas. Y claro, luego lo pagamos en el metro teniendo que cargar con un carro, un saco de 10 kilos de patatas y como 8 bolsas entre los tres. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la fiesta, la casa se llenó de repente de alemanes cachondos que se liaban en la cocina. También hubo algún típico pesao de los que no se van ni con agua hirviendo y en general la comida y la bebida animaron al personal. Estuvo precedida por una <em>soirée</em> más íntima, el día anterior, para ver la maravillosa producción que Telecinco ha hecho en nuestro país para narrar el noviazgo de nuestros futuros reyes. Y sobre eso, sobran las palabras. El caso es que hemos pasado un fin de semana apañaíto. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para el que viene: puente (otra vez). Como si no hubiera suficiente con huelgas y todos los santos, a los franceses les da por celebrar el fin de la Primera Guerra Mundial el día 11, ya ves tú. Ese mismo día cogeremos un tren hasta <em>Bordeaux</em> y nos quedaremos hasta el domingo conociendo un poco la Francia profunda. Será un viaje bonito, seguro. Y espero que barato, también. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tengo tres días para aprovechar al máximo y recuperar mi moral productiva otra vez. Toca trabajar, que ya es hora. Como propósito de la semana está el rendir lo más posible académicamente y aprender a dejar de ser un incrédulo (toma ya, momento melodramático). Espero que no me cuesten mucho las dos cosas y que, aunque sea difícil, llegue a tener esa sensación de haber cumplido. Lo segundo es muy complicado en una semana, ya lo sé. Pero en algún momento tendré que empezar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La tardor me gusta, pero más me gusta el invierno.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-65483774943369156532010-10-30T18:24:00.000+02:002010-10-30T18:24:04.170+02:00No n´hi ha prou<div style="text-align: justify;">Con vivir en Mi París. </div><div style="text-align: justify;"><br />
Además de decirlo, hay que hacerlo. Vivir en cualquier sitio es fácil. Es más o menos lo mismo en todas partes. Lo difícil es que el tiempo no te robe las ideas, sin darte cuenta. A veces yo también tengo la sensación de que me está robando a Mi París. Pero no. Aunque me pueda la pereza, sigo estando aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ya parece que asentado académicamente. Cosa que no ha sido fácil. Tener que ir rogando a los profesores que te admitan en sus clases, ajustar, desajustar y reajustar tu horario, cansa. Y lo que jode no saber cabrearte en francés, <em>putain</em>. Con cuenta bancaria en toda regla –chequero incluido--, puedo comenzar a tener una vida cada vez más normal. Y claro, la normalidad es cómoda. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero sigo encontrando sitios interesantes. Cementerios entrañables, <em>happy hours</em> para cada día, <em>cinémathèques</em> llenas de actividad. O mi propia casa, que con solo dos flexos, una lámpara y dos compañeras de piso más flipás <em>del seu cony</em> que yo, se convierte en estudio improvisado de fotos medio qué.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y no es que no quiera contarlo. Pero como todo, Mi París, también tiene su momento, solo que no lo encontraba. Así que para eso están los sábados que se creen domingos, precediendo noches fílmicas como esta, cumpliendo turnos de limpieza, o sin hacer una vez más, los deberes que tanto decía que tenía ganas de hacer. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De todo, no sé qué es lo que más me ha gustado. Bloqueos, desayunos improvisados en la dirección contraria de la que quería, terrazas increíbles de <em>Lafayette</em>, <em>grèves, grèves</em> y más <em>grèves</em>, la pérdida del volumen de mi culo. Tengo que dejar de comprarme calzoncillos de lunares en HyM. Tengo que dejar de comprar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No sé con qué quedarme de este Mi París de casi tres semanas de silencio. No sé si me tengo que quedar con algo, tampoco. Sé que todo va bien, menos mi cartera, ya digo. Que tengo que ponerme las pilas para no quedarme sin hablar francés, cada vez menos inferior que el de mi casera a la que aún no conozco seguro, pero sin hablarlo algunos días. Que tengo que aprender a trabajar en mi cuarto o reencontrarme con los libros. Porque en París VIII no hay wi-fi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Que hay que hacer tantas cosas que no me funciona bien la cabeza. Y que qué coño dirán Sigur Ros en sus canciones. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pues eso, que miren una moderna, miren una, moderna.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXpB4P-CxF6U6jXAfjz-dwqINWtniSOJ4bAEMOzSGL1ttJ9n0BW1-hv-7af5R1S9Nsj6Fo1awEtY4YFbfgNHSYqiTNPJxpJvaKbdIFpGBL7RbKkpu5r4P1hzQ5ay6GPwZ85xOPKaxKrYw/s1600/DSC_0639.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="226" nx="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXpB4P-CxF6U6jXAfjz-dwqINWtniSOJ4bAEMOzSGL1ttJ9n0BW1-hv-7af5R1S9Nsj6Fo1awEtY4YFbfgNHSYqiTNPJxpJvaKbdIFpGBL7RbKkpu5r4P1hzQ5ay6GPwZ85xOPKaxKrYw/s320/DSC_0639.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-7119189456655651512010-10-11T03:11:00.001+02:002010-10-11T03:14:12.367+02:00Sinfonías de humo<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwS0KirmJDOkDolSsgvZMji144rLHSZlMi8EZCr3HtpmZwoX3lyH86ydC_ME9VjwIdrdQ6VIBNinppsrSJNyHGMyJIH6MQDls6_ucn5WMK44tu2JUuIx5X0AKnbR8ABUdmPpG2zaI5zho/s1600/monet-stlazare.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwS0KirmJDOkDolSsgvZMji144rLHSZlMi8EZCr3HtpmZwoX3lyH86ydC_ME9VjwIdrdQ6VIBNinppsrSJNyHGMyJIH6MQDls6_ucn5WMK44tu2JUuIx5X0AKnbR8ABUdmPpG2zaI5zho/s320/monet-stlazare.jpg" width="320" /></a></div>A Zola, los cuadros de <i>Gare Saint-Lazare</i> de Monet le parecían “sinfonías de humo” maravillosas. A mi también. Creo que no podrían ser más acertadas las palabras que describieran la escena de los trenes humeantes entrando en la estación. Monet se asombraba de lo moderno, de lo pesado y de lo férreo de la situación. Seguro que para la época, no sería para menos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Yo, un siglo y pico más tarde también me he asombrado con sus pinturas impresionistas, pareciendo poco precisas cuando necesitan más exactitud que ninguna. Cada pincelada está donde tiene que estar, por muy espontánea que creamos que sea. Ni un poco más arriba, ni abajo. Tiene que tener ese grosor y ese color. Y no otros. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sinfonías de humo, porque si miras el cuadro pareces estar escuchando el escándalo de hierro, que se mueve en medio de su propio vapor. Y allí el pintor, miraba cómo se movían las máquinas que traían y llevaban a la gente de París. De Mi París también. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ahora los trenes son distintos. No hay vapor. Los <i>RER</i> de dos plantas son setentones y calmosos. No me gustan. Más rápidos, pero intento evitar cogerlos para ir a París 8, porque el pasillo de <i>Invalides</i> me incomoda muchísimo. Y he encontrado un camino alternativo. Un poco más largo pero mejor todo en metro, con las líneas 10 y 13. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Allí abajo, las sinfonías no son de humo. Son de humanidad. De calor, de "<i>pardon"</i> cuando te chocas, de luces raras que te hacen creer que siempre es de noche, o de los dos tonos distintos que te avisan de las paradas por megafonía. Imposible reproducirlos escribiendo, pero algo así como que el primero es casi una incógnita, <i>La Fourche</i>. El segundo es toda una señora y segura afirmación de que ya has llegado, <i>La Fourche</i>. Los hay también distintos, como el meloso <i>La Chapelle</i> que nos hace tanta gracia a Clara y a mí. O los felices: <i>“Ce train est en direction Saint Denis”.</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y para otras sinfonías, los tangos del Sena. Descubrirlos ha sido la mejor medicina de mis domingos horribles de ansiedad y sensación de olvido. Después de los reencuentros con el alcohol este fin de semana, y lo que pretendía ser una espiral de vicio y depravación pero que se está quedando en espiral, han venido bien las horas de fotos y música con algo ya de frío. Luego, otra <i>Formule 5 euros</i> en el sitio de las <i>Quiches</i> maravillosas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De academismos andamos igual. Toca esperar otra semana para comenzar las clases. El departamento de <i>Infocom</i> ha decidido retrasar hasta el lunes siguiente (18 de octubre) las asignaturas del <i>License</i>, así que esta semana sólo hacemos las que tenemos de libre, de otras carreras. El <i>stage</i> ha valido, en parte, la pena. Conocer mucha gente, hablar "francés erasmus", etc. Todo tiene su bueno y su malo. Pero ya toca trabajar un poquito. Necesito comprobar que estoy aquí para algo serio. Que aunque Monet lo valga, sí que tengo alguna que otra sensación de Baron Dandy, en vacaciones continuas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con respecto a lo burocrático, mejor ni hablar. El banco me odia. Es definitivo. En vez de premiar su éxito en apertura de cuentas gracias a mi (les he llevado a cuatro personas, no una, ni dos, ni tres. Si no cuatro) me lo pagan con silencio de los malos. Ni rastro de tarjeta, ni chequero, ni de nada. Y así no puedo tener aún el <i>Velib´</i> (el Sevici), ni lo más importante, mi dinero, el que tanto trabajo le costó al Santander soltarme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siguen pasando rápidos y veloces los días. Con miedo de que esto parezca acabar pronto. Con muchos miedos en general, pero aún con muchas ganas. Con la intención de hablar mucho francés, de aprender muchas cosas, de vivir mucho. Mi París, ya vemos, está lleno de sinfonías distintas. La mayoría se me quedan en las manos (porque tinta no hay). <i>Apéros</i> en <i>Belleville</i> con cous-cous incluídos, fiestas de <i>Vandange</i> en <i>Montmartre</i>, bares buenos, bonitos y baratos, con músicas en directo. Historias, muchas, que se me olvidan y que no. Que cuento y que no cuento, porque no todo lo escrito es todo lo vivido. Pero que están aquí conmigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-56904290472097303832010-10-04T01:03:00.002+02:002010-10-04T01:08:06.271+02:00Pitos y Flautas<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcFrotC7fXYCcZ3LpWmN_eb-Lha-1wmnLHFwZa5mGmJ2UvkhcTG0TXBUrbrCV6uz3Ba5zNgsVvnsgewKcGnItc8biTTYMeZeLzobp_hMXACi3sMdNL2FDXUdxnq9izQql_kfo5NLRtSC4/s1600/DSC_0141.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="214" px="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcFrotC7fXYCcZ3LpWmN_eb-Lha-1wmnLHFwZa5mGmJ2UvkhcTG0TXBUrbrCV6uz3Ba5zNgsVvnsgewKcGnItc8biTTYMeZeLzobp_hMXACi3sMdNL2FDXUdxnq9izQql_kfo5NLRtSC4/s320/DSC_0141.JPG" width="320" /></a></div>Que no se diga que no aprovecho el tiempo. Mi París me tiene con un trajín burocrático-artístico de mil pares de narices. De los que desesperan por la mañana y gustan por la noche. En el país de las <em>Rendez-Vous</em> todavía no soy un ciudadano todo lo completo que se debe ser. Y yo aquí tres semanas diciendo que me siento como si llevara toda la vida. Pero nada más lejos. Mis amigos del banco no han tenido constancia hasta este sábado de que vivo aquí, <em>La Poste</em> me dejó por fin el acuso de recibo que tenía que firmar para que <em>BNP PARIBAS</em> se pudiera fiar de mi. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y menos mal, ahora viene la segunda odisea: que me den mi tarjeta de crédito, mi chequero (porque aquí se paga 'tó' con cheques, hasta los chicles) y mi número de cliente virtual. Necesario para poder hacer todo lo que me de la gana desde mi maravilloso cuarto y que no tenga que estar todas las mañanas molestando en su sucursal, verde y gris.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">También tengo que matricularme en mi roja universidad. Lo previsto era que eso pudiéramos hacerlo ya este lunes. Pero no. Aún no han tenido tiempo de hacer los horarios, ni de mandárnoslos. Nos tocará encajar las asignaturas en nuestro planning semanal a base de tetrix porque tenerlas, las tenemos de todos los cursos del <em>License</em>, de todos los tamaños y formas. Teóricas, prácticas, bonitas y feas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La universidad <em>Vincennes-Saint Denis París VIII</em>, es una universidad distinta. Nació un año después del <em>Mai 68</em> queriendo serlo, de la mano de <em>Faucoult</em> y compañía. Y en cuestión de docencia no sé aún si lo consiguieron, pero en otras cosas desde luego que sí. Las clases son pequeñas, de “estética soviética”, que diría Mar. La limpieza, escasa; la organización: “¿Qué?”. La cuestión técnica se aleja en mucho del mito positivo que aún reina de: tecnología = calidad/desarrollo/”lo mejón der mundo”. Por no haber no hay ni wi-fi. Eso sí, tiene una biblioteca con casi medio millón de ejemplares. La mayor biblioteca universitaria de Francia, dicen ellos. Es, en cultura, el orgullo de la <em>Banlieu</em> parisina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estar en una universidad así te hace ver muchas cosas. Entre otras, que no es oro todo lo que reluce en Internet. En cuanto a movimiento estudiantil, por ejemplo, la cosa pinta más floja de lo que parecía. En cuestión de instalaciones y funcionamiento, ya digo que deja mucho (bastante), que desear. Ya veremos si lo compensan con una calidad excelente en cuanto a generación de conocimiento como pretenden. Yo no es que lo dude, porque no lo puedo dudar. Pero que me permitan ser un poco escéptico. Que ya iba llegando la hora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y es que no podía ser todo tan bonito. Mi París tiene que tener sus claroscuros. No significa esto que haya crisis entre mi novia y yo, no. Porque las tardes-noches suelen dejarme aún espacio al asombro y el divertimento. Cuando más me gusta la ciudad es cuando atardece, aunque suene cursi. La noche y el día también son buenos, pero al llegar eso de la 7 y media, de repente se multiplican los colores. Se encienden las luces amarillas que tanto me gustan de los bares de aquí. Lo neones, las farolas, los semáforos, todo mezclado aún con los últimos tonos naranjas naturales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Normalmente, los agobios administrativos se suelen terminar a las 5 de la tarde. Después, hay muchas cosas. Cervezas cada vez más baratas (ya vamos por 2´5 la pinta), paseos increíbles, visitas contrafácticas a estudios de artistas en <em>Belleville</em> (en eso no defrauda París 8). O también descubrimientos como el <em>Village St Paul</em>, con un taller de violines o una imprenta antigua incluidos, en una tal <em>Rue Charles V</em> del <em>Marais</em>. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Además, grandes eventos para una gran ciudad: manifestación desinfladilla y la <em>Nuit Blanche</em>. La primera, curiosa, quizá mal planificada. La segunda la pasamos muy bien. Programa del <em>Libération</em> en mano, fuimos siguiendo algunas rutas recomendadas para ver espectáculos de luces, alguna performance, danza contemporánea, o <em>Notre Dame</em> fantasmagóricamente bonita. <em>Croissants</em> gratis y también cosas chungas: vídeos de caballos mongoles que pretendían ser una alegoría de “lo salvaje y lo vivo”, pero se quedaban en eso, en caballos mongoles.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Consecuencia de todo esto: domingo hogareño. Nos ha sorprendido un día nublado y caluroso, de los del “qué bochonno, colega”, pero el literal, no el mío. La lavandería, la ropa tendida por todo el piso y el <em>rissotto</em> improvisado para cenar. Me encanta poder cocinar lo que yo quiera. Y como me de la gana. Me encanta también que halaguen mis creaciones culinarias. Porque mis compis se creían que iban a vivir con un niñato de pizza precocinada en el microondas. Vamos, “sin yo ser nada de eso”. </div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-54843927890769611842010-09-26T15:03:00.000+02:002010-09-26T15:03:07.961+02:00Pull<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS3oP8HcEcWIlD2LWzfMEvboNG6KJCQjnNZimNmTws8MWkG-ZcGQqUUAfrDvf_PlBglWkPGpN1l2QwpPeRFHTdROdHXEwFiDgDx4wmv-fohNIgql_yWCUAGKuYGuwAEPXsxNdzMEmHeoI/s1600/_MG_4821.CR2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" px="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS3oP8HcEcWIlD2LWzfMEvboNG6KJCQjnNZimNmTws8MWkG-ZcGQqUUAfrDvf_PlBglWkPGpN1l2QwpPeRFHTdROdHXEwFiDgDx4wmv-fohNIgql_yWCUAGKuYGuwAEPXsxNdzMEmHeoI/s320/_MG_4821.CR2.jpg" width="317" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ya ha cambiado el tiempo. En París ha empezado ya a hacer frío. No sé si para todo el invierno, o si luego volverá a sorprendernos otra vez el calor de la última semana. Mi novia está fría, pero no conmigo. Yo, que para eso soy más que un perro verde, raro, no me quejo. En absoluto. Para disfrutar de mi frío de París me he hecho con un “pull” la mar de calentito y de ‘pro’, sólo por un euro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y 12 días no han sido suficientes, parece, para decaer de las primeras impresiones de sorpresa mezclada con normalidad de la que hablaba. Sigue habiéndolas. Sigue llegando gente nueva, nuevas compañías, <em>valencianes també</em>. Pero mi casa ya es más casa, y a veces, sigue pareciéndome que es mi casa de siempre. Los días no son aún iguales entre sí, aunque haya cosas parecidas. Y la actividad de una ciudad como ésta es difícil de hacerte parar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De pic-nic en <em>Buttes-Chaumont</em> hemos pasado al refugio en la bodega de un bar cutre de <em>Rue Mouffetard</em>. Borrachos ingleses y nosotros, con más o menos pintas a tres euros en el cuerpo. Es una calle bonita, con mucho ambiente y cerquita de aquí. De las de estampa típica de París. Con una placita con mercado de frutas –caras, claro--, queserías y tiendas de vino. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sigo llegando tarde a sitios, o en días que están cerrados. No he superado aún el calendario tan ajeno. Hay cosas que cierran los lunes, otras los sábados. Los domingos abren muchas que normalmente no lo harían en Sevilla. Pero me ‘quedaré con la copla’, seguro. Poco a poco, las obligaciones administrativas de becario extranjero se van superando. Y ya me conocen en el banco. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi París tiene cosas curiosas. Las dependientas de mi boulangerie son canis, casi como 'La Reyi' y 'La Auxi' del Polvillo de mi barrio. Los perroflautas son también elegantes y hay diferencias de precios tan brutales como inexplicables. A mi las uvas me cuestan un poco más que a Clara, pero muchísimo menos que a las señoras que compran debajo de casa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hace calor y frío en el mismo día, o en la misma tarde. Porque aquí lo que van llegando son los restos de lo que el Atlántico lleva hacia Inglaterra. No hay cielos encapotados como los de nuestras borrascas ibéricas y así, parece que son más grandes. Eso sí, mi paraguas de los chinos es el mismo que todos los que he perdido en Sevilla. La globalización y esas cosas. Suerte que también tiene su parte buena. En casa arrasamos el Franprix de <em>Nouilles Orientales</em> a cuarenta céntimos. Pa' cuando no hay ganas de meterle prisa a la cocina de cachondeo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En esas estamos. Hoy, día gris, apetece <em>“fer el gos tot el dia”,</em> dice Rebeca<em>.</em> Mañana se acaban las vacaciones. Empezamos el <em>Stage</em> y supongo, cambiarán un poco las rutinas. Tengo ganas, como dije, de aprender y entender mejor a Mi París. Y habrá que levantarse temprano. Que Paris VIII queda lejos, a un RER y un metro de por medio. </div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-88166577994630875592010-09-20T01:23:00.000+02:002010-09-20T01:23:32.646+02:00Novias<div style="text-align: justify;">Para Hemingway, <em>París era una fiesta</em>. Para mí, es como mi novia. Me lo acaban de decir, y creo que sí, justo es eso. Es mi nueva novia. Creo que yo le gusto a ella, y que ella me encanta a mí. Hemos conectado muy rápido. Como si nos conociéramos desde hace tiempo. Hacía mucho que no tenía tantos instintos y sensaciones juntas. Y eso sí, son todas buenas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estos cinco días han sido completos. De contacto, de conocer gente y sitios nuevos, pero también de una sensación rara de continuidad. A veces, me da la impresión de que no es la primera vez que estoy con ella. De que llevo tiempo viviendo aquí. Como cuando a Clara y a mi nos entra el pavo: “Pero, ¿tú?, ¿Tú dónde vives?, porque yo vivo en París, ¿sabes?, sí, sí, vivo en París”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero nuestra relación no me hace estar, tampoco, en una nube rosa de algodón. Creo que tengo mis pies bien en la tierra. Yo soy “mu mío”, y eso me da seguridad. Aunque, evidentemente, París tenga su cara fea y eso, a los novios, ya sabemos que no nos gusta. Es como todo. Hay cosas que me inquietan porque es que, nadie es perfecto. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las cartas de facturas que llegan constantemente no me dan, precisamente, seguridad. Mi casera me da incluso un poco de miedo. Aún no le hemos llamado y dicho que estamos aquí. Tengo una imagen muy muy distorsionada de ella. Tanto que ni siquiera la conozco físicamente. Así que, perfectamente puedo imaginármela como un monstruo horrible. Lleno de rulos y con cara de Ogro. Es un poco mi Margueritte Duras, que seguro que me hablará en un francés superior --aunque todo francés es superior al mío, de momento--. Y me da cosa porque seguro que Margueritte Duras era una mujer encantadora. O no. Y mi casera también lo debe de ser. O no.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las jornadas del patrimonio están ayudando mucho a fraguar nuestro amor. Mis días aquí están empezando a durar 26 horas. Horas de visitas a museos, plazas, sitios entrañables y sesiones de cine nocturno. También de esperas de varias horas para ver lo poco que nos enseña, en diez minutos, l´Institut de France, sentados en la barra de un bar recién abierto y con los riñones congelados. “15 euros” bromea el camarero para cobrarnos dos cafés. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los parisinos son hasta simpáticos si quieren. Y hasta volviendo a casa por la mañana en un RER, lo puedes comprobar. Mucho mejor eso que mi extraña afición de quedarme dormido en los autobuses en Sevilla, y acabar en el centro de nuevo. Lo malo es que en el RER puedo acabar lejos de París. Y mi nueva novia es celosa. O eso parece.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Seguiré con ella esta semana todavía con mucha libertad. Es normal, estamos empezando. Todavía no tendré la atadura de la Facultad, que me quitará tiempo para estar con ella. Pero a la vez, tengo ganas de que empiece mi Stage Lingüístico de francés. Lo necesito para entenderla mejor y que ella me entienda a mí. No se cómo será nuestra relación cuando empiece la rutina. Cuando estemos hartos de vernos todos los días y eche de menos a la otra, a Sevilla. ¿O la otra era esta? Creo que no me acuerdo, me da igual. Lo que sé es que de momento, nos queremos mucho. Mi Sevilla está allí. Es muy buena y muy mariana ella, de las que perdonan. Así que de momento, disfruto de ésta, que parece muy atractiva. Me seduce como se hace en los primeros días del amor, yendo a más. Y parece que la cosa va para largo.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-49486191352051002442010-09-15T23:34:00.000+02:002010-09-15T23:34:37.856+02:0024 Horas<div style="text-align: justify;">Ya las llevo aquí. A esta misma hora del día de ayer aterrizó mi vuelo directo Sevilla-París, con la compañía Transavia.com. Ya llevo un día. Ya tengo un día de parisino. Porque yo no soy turista, yo ahora, vivo en París. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Orly tiene una sintonía de avisos a los pasajeros que se me antoja muy siniestra. Es un primer contacto con el país que dice mucho de sí mismo. Es como un timbre que viene de muy lejos, como de voz onírica que va a más. Un tono de llamada como muy culto, no la típica escala aguda que suena en los aeropuertos o estaciones de trenes españoles. Gusta pero a la vez, me inquieta mucho. Y además, mi maleta tardaba en salir, me ponía nervioso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Suerte que Clara ya había podido sortear todo el lío que se montó al cerrar Saint-Michel por un aviso de bomba que, al final, ha tenido mil veces más trascendencia en España que aquí. Llegó y nos abrazamos mucho. Entonces, salió la maleta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y todo lo demás: rápido y veloz. Cuando nos dimos cuenta estábamos en el Orlybus y luego subiendo y bajando escaleras del metro con unos 35 kilos de maletas entre los dos. Al llegar a casa y abrir las 3 puertas y 3 cerraduras que hay que pasar, respiramos tranquilos. Pronto, cumplimos nuestra promesa de champanazo en Pont des Arts. Brindamos por todo lo brindable y sin darnos cuenta, a las 4 de la mañana volvíamos mientras nos llovía, medio dando tumbos. Porque sí, nos emborrachamos “a base de bien”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dormir sin sábanas no ha importado. Tenía ganas de ver París de día así, por lo que poco después de las 9 ya estaba en planta. Desayunamos baguette con jamón (del bueno) que traje yo. En el piso ya había aceite de oliva –y creía que aquí ni existía, casi—pero el café soluble no nos ha convencido, de ninguna manera. “La baguette no está hecha para el aceite, no chupa”, dijo Clara. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y después, a la aventura. Exploramos mi barrio, aunque ya habíamos conocido anoche parte, --lo mejor, el Sena, su paseo, sus mini anfiteatros donde la gente baila tango o músicas celtas, embobados nos quedamos—luego, a comprar cosas para comer como dos estudiantes más en las gradas de un anfiteatro. Sólo me falta una americana con coderas para ser como ellos. Lo estoy viendo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero la jornada en París da para mucho, incluso para meter la pata. Llegamos a la facultad no sin 10 minutos de parón en el metro por un “accidente grave”. Más tarde cortarían parte de la línea que va a Saint Denis y tuvimos que volver dando un gran rodeo. Pero lo peor fue haber hecho el viajazo para nada. Los miércoles no abre la oficina de relaciones internacionales. Estupendo. Y en la web no lo ponía, por supuesto. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Así que la visita sólo ha servido para tomar un café y descansar en uno de los jardines del campus. París 8 es genial. Todo muy ‘pro’ –a cada momento carteles de partidos comunistas maoístas estudiantiles--, muy babel, muy funcional y muy sucio, también. Se puede estudiar hasta catalán (impensable en Sevilla), cursos y miles de actividades ‘culturetas’ increíbles. De la docencia, ni rastro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y poco más. La odisea de la vuelta nos ha dejado muertecitos, sentados en las fuentes de la plaza de la Sorbonne. Tras comprar las entradas en el cine Le Champo para el sábado, he vuelto a casa como si viviera aquí de toda la vida. Veremos tres pelis de Almodóvar, desayuno y a la cama. Me espera un domingo de señor que vive tranquilamente en París sin preocupaciones (no me lo creo ni yo). Me gusta que tenga tiempo de pasear mucho y de mirarlo todo. Espiar me parece bonito cuando se tiene ganas de aprender. Es una buena forma. Y yo estoy dispuesto a hacerlo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Así que mañana más. Mañana seguiré espiando a Mi París, todo solo. Enfrentándome a mi francés inferior (anda que si me escuchara Margueritte Duras…). Espero no tener muchos problemas y poder sacarle provecho. Clara y yo descansaremos en Montmartre después de nuestros ‘quereseres’, menudo sitio hemos escogido los dos. En fin, esto no ha hecho más que empezar.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-3700576299535746232010-09-14T16:44:00.000+02:002010-09-14T16:44:00.288+02:00On y va<div style="text-align: justify;">Ya está. Es el día. En unas horas tomaré champagne en Pont des Arts con Clara. Como tantas veces hemos hablado, después de soltar las maletas, iremos ya de noche a encontrarnos con nuestra libertad afrancesada. Muchos meses pensando en ello, muchos preparativos, como siempre, hasta el último momento. Y París ya está conmigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Está de sobra que diga todo lo que voy a echar de menos. Es mucho. Son muchas personas y todas, saben quienes son. Siempre he dicho –hemos--, que no me da ningún miedo lo que pase allí. Estoy dispuesto a todo. Lo que no me gusta es perder el control de lo de aquí. Es un paquete enorme, que se mueve, tiene vida y cambia. No cabría ni en el avión más grande del mundo, no me lo puedo llevar. Ojalá. Y tengo pánico de no encontrarme con el mismo. De que no me reconozca a mí. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero fue decisión mía. “¡Que me voy! ¿En?, ¡Que me voy!”. La frase que desde hace unos siete meses, medio en serio medio en broma, digo cuando ‘me enfado’. Lo bueno es que me voy contento de no dejar ningún cabo suelto, no voy a poder decir, finalmente, que me arrepiento de no haber hecho tal cosa. A pesar de que mi última semana ha sido totalmente imprevista. Cuando menos te lo esperas, la vida te guarda sorpresas estupendas. Y si encima tienen los labios tan bonitos, mejor que mejor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el anterior post coceptualicé un poco a Mi París, y dije que quizá es un error. No debería llenarlo de tantas cosas. No quiero tener que decepcionarme. No tengo que crearme falsas expectativas. Pero es inevitable que espere mucho de este viaje. Igual, después, no es para tanto, pero llevo mucho tiempo esperando este momento. Y ha llegado ya. Me voy.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hasta pronto</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3718514421489393443.post-10455922927956747622010-08-21T16:52:00.000+02:002010-08-21T16:52:09.566+02:00París no se acaba nunca<blockquote><div class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i>El pasado, decía Poust, no sólo no es fugaz, es que no se mueve de sitio. Con París pasa lo mismo, jamás ha salido de viaje. Y encima es interminable, no se acaba nunca.<o:p _moz-userdefined=""></o:p></i></div></blockquote><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i>París no se acaba nunca</i><i>.</i> Enrique Vila-Matas</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjajHXMaTnrX5BCsqp1YlK7k3LCf77_ouf4GJVM95fxXwEWik1y6RuJ-ob4OqWCvI2OhHKgWvhzg_joIcom7Prn2xdZZwM-6-CEmmyFWwSiMFTefh_xhGNJ1gvtzc7dDZ1yO1xsA2P3UdQ/s1600/eiffel-metro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjajHXMaTnrX5BCsqp1YlK7k3LCf77_ouf4GJVM95fxXwEWik1y6RuJ-ob4OqWCvI2OhHKgWvhzg_joIcom7Prn2xdZZwM-6-CEmmyFWwSiMFTefh_xhGNJ1gvtzc7dDZ1yO1xsA2P3UdQ/s320/eiffel-metro.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Para mí, acaba de empezar. Ya. Antes incluso de estar allí. “Da igual lo que digan Hemingway o Vila-Matas. París se acabó para ellos. Ahora nos toca a nosotros”, me dedicó Clara al regalarme el libro. “Ahora nos toca a nosotros”, y no sé si tampoco se nos acabará nunca. No sé si quiero que se me acabe alguna vez, eso ya lo veremos.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b> Origen</b></span></div><div> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">París empezó conmigo como una idea. Al entrar en la universidad tuve muy claro que tenía que hacer un curso fuera, "irme de Erasmus". Tenía que ser en Francia, que acoge parte de lo que soy, de lo que pienso. República, cambio, revolución, frío, queso, champagne. Yo y los mitos que me pueblan para intentar entender un poco mejor todo lo que me rodea. No soy el único que los tiene, –ni mucho menos- pero sí de los que lo reconoce, aunque quizá desde hace poco.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hablo de símbolos constantemente, porque de símbolos está lleno nuestro universo mental. Y eso no es malo, “a menos que matemos por ellos, claro”, decía mi profesor de Información y Propaganda. Por eso, yo le pongo a París todos los significados que me apetece:</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> </div><ul style="text-align: justify;"><li><b>Cambio</b>. Para mí está claro que París es uno grande. </li>
<ul><li>De <u>espacio</u> primero, porque aunque estoy acostumbrado a cambiar de lugares varias veces al año, (Elda, Berlanga, mis segundas residencias), siempre he vivido en Sevilla, en el mismo edificio, en el mismo barrio. Paso de una aglomeración urbana de entorno al millón y medio de sevillanos (no de habitantes) a una de doce millones. </li>
</ul><ul><li>De <u>modo de vida</u>. Porque será la primera vez que viva fuera de casa, sin padres. Aprender a vivir sólo es algo que creo, puedo hacer muy bien, pero que no he llegado a experimentar del todo. Solucionar problemas por mí mismo, sin confundir libertad con independencia, --nada más lejos- el dinero es de todos, menos mío. Y ese tipo de actividades que le hacen a uno crecer. </li>
<li>De <u>rutina</u>. No se trata de hacer menos cosas, sino distintas. O en otro orden. He vivido un año de facultad intenso: mis asignaturas (con optativas de más, trabajos, prácticas, etc), Junta de Facultad (reuniones, comisiones, asambleas, discusiones) y flirteo con el Taller de Literatura. Además: finalizar un curso horrible de diseño gráfico y redacción y edición en <a href="http://www.sevillaactualidad.com/noticias/">SevillaActualidad</a>. Necesitaba frenar, y con esa idea llegó también París.<o:p _moz-userdefined=""></o:p> </li>
</ul></ul><ul style="text-align: justify;"><li><b>Viaje</b>. La metáfora eterna. </li>
<ul><li>Viaje <u>Odiseico</u>. Pasar de un estado de juventud primitiva a uno más avanzado (no me voy a atrever a llamarlo madurez, evidentemente), a través de este que emprendo ahora. Y todo debido a esos cambios de los que hablo. Porque, supongo que cuando termine la experiencia, no seré exactamente el mismo que soy ahora. </li>
<li>También viaje en su sentido más <u>literal</u>. He salido pocas veces de mi eje sevillano-extremeño-valenciano. Ahora toca conocer, espero, algún que otro rincón. <span lang="EN-GB">A saber: Berlín?, Lyon?, <st1:place _moz-userdefined="" w:st="on"><st1:city _moz-userdefined="" w:st="on">Toulouse</st1:city></st1:place>? <st1:city _moz-userdefined="" w:st="on">New Castle</st1:city>?, <st1:place _moz-userdefined="" w:st="on">Bradford</st1:place>?. Ya veremos.<o:p _moz-userdefined=""></o:p></span></li>
</ul></ul><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En definitiva, París está ya conmigo, se me presenta en poco más de 20 días. Quizá no debiera rellenar su concepto de tantas cosas, porque se corre el riesgo de generar falsas expectativas. Y eso luego, pasa factura. Intentaré no obsesionarme. Aún tengo cuentas pendientes aquí, mejor solucionarlas y no dejarlas para la vuelta. Lo ideal es ver la ciudad como en esa foto: desde la ventana, con mala luz (interior oscuro y exterior sobreexpuesto), poco nítido. Luego, una vez allí, ya intentaremos ir mejorándola. Poco a poco.</div>De botineshttp://www.blogger.com/profile/18166567045629216885noreply@blogger.com3