-¿Te acuerdas de lo que hablábamos el otro día sobre tener una ilusión por volver? Es justo eso, ahora creo que no me va a costar. Y no es que quiera, claro, pero ahora lo veo de otra manera.
-Ya, es normal, ahora lo vas a tener más fácil.
-Aunque, joder, Mi París me está lloviendo encima, ¿sabes? A estas alturas se pone a hacer frío y mal tiempo otra vez. –dijo mientras se llevaba la mano derecha al pelo, como peinándose– y tú ya sabes que no me importa, que a mí en verdad es lo que me gusta. Pero no deja de ser raro y de que haga que me sienta raro también.
-Ya.
- Sobre todo hoy, no sé. Es raro que todo sea bonito y triste a la vez. Me siento como en septiembre, como en domingo.
-Pero con más esperanza.
-Esperanza es para cuando te sientes perdido –le contestó sin titubeos– .Yo diría ilusión, ganas, compromiso...
-Y entonces, ¿qué vas a hacer ahora?
-¿Ahora? Ahora continuar esperando. Esperando a que lleguen días mejores.
-¿Mejores?
-Sí, mejores.